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Caimanes, el 'coco' de los estudiantes en Sardinata

Ante la falta de un puente, los niños deben cruzar el río Nuevo Presidente, hábitat de estos reptiles en vía de extinción

Un destrozado puente colgante en forma de hamaca, sostenido artesanalmente por guayas de acero y tablas de madera verticales, sería uno más sin importancia en el país. Pero, al ser el único camino posible para que los niños vayan a estudiar y no sean atacados por los caimanes, que abundan en el río, pasó a ser relevante para la Corte Constitucional.  

Desde Cúcuta son tres horas en carro para llegar al corregimiento de Campo Dos en Tibú, una zona petrolera en Norte de Santander y muy cercana a la frontera con Venezuela. Allí, inicia el camino hacia la Institución Educativa San Luis Beltrán, cuya sede principal está en el corregimiento de San Martín de Loba (Sardinata), a otra hora de camino por carretera destapada, pero mantenida con aplanadora. 

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Dicha institución educativa cuenta con 13 sedes adscritas, todas con necesidades apremiantes, pero no de mayor impacto como la escuela de la vereda San José de Campo Lajas, que bordea el caudaloso río Nuevo Presidente, el cual desemboca en el Lago de Maracaibo (Venezuela).

Sus arenosas y rocosas orillas son un cálido y húmedo paraíso natural enclavado en la selva del Catatumbo, que por generaciones ha sido el hogar de estos reptiles, propios de los ríos de América, muy parecidos al cocodrilo, pero algo más pequeños.

Desde San Martín de Loba el camino se facilita en motocicleta, sumando una hora más de recorrido en una zona dominada por grupos armados como el Eln y disidencias de las Farc. Entre sembradíos de coca, palma y escasos cultivos de pancoger, el cielo se va cerrando por las copas de frondosos árboles, hasta que la carretera llega a su fin.

La ruta prosigue, los últimos sesenta minutos a pie, en una bajada montañosa sobre la cordillera oriental, con algunos despeñaderos y el cruce de un riachuelo, que da un aliento, antes de llegar a esta humilde sede educativa que cuenta con 16 estudiantes matriculados para este año.

El sonido de la corriente del río se escucha imponente hasta la escuela de primaria que dirige el profesor Luis Omar Lizarazo Vera.

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Río Nuevo Presidente - Sardinata

Se trata de una sola aula de clases construida en ladrillo y techo de zinc, carente de agua y luz. Son alrededor de 20 sillas, que han venido en desuso tras la caída del puente, que conecta a parte de los habitantes de la vereda Campo Lajas con la escuela y con el corregimiento.

El puente se empezó a deteriorar en el 2013. “En ocasiones anteriores los niños tenían una balsa para trasportarse, pero debido al peligro con los caimanes los padres dejaron de mandarlos. Cuando el río está crecido no se puede cruzar, solo hasta cuando la corriente baja los niños regresan al aula”, señala el docente.

Algunos de los menores, entre 6 y 14 años, provienen de población flotante, es decir, desplazados por la violencia u otras circunstancias que permanecen por temporadas. Pero, asegura el profesor Luis Omar que ahora la deserción escolar va por cuenta de los caimanes.

Y las cifras lo dicen todo, de los 16 estudiantes matriculados actualmente asisten 11, quienes asumen el riesgo de cruzar por el río en la mañana y regresar a sus casas al mediodía. En el 2013, 18 estudiantes asistían a la escuela.

“A veces, los papás o los hermanos mayores vienen por los niños para ayudarlos a pasar”, cuenta el docente.

Los caimanes

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Los caimanes se distribuyen en las regiones subtropicales y tropicales de América, desde Florida hasta el sur de Sudamérica. Se caracterizan, entre otras cosas, por ser territoriales y defender su alimento. Viven hasta 30 años.

En Norte de Santander, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) socializó un plan para la conservación del caimán aguja en los ríos Sardinata, San Miguel, Nuevo Presidente y Tibú.

Estos animales pertenecen a la familia de los cocodrilianos, cercanos de los dinosaurios, y son los reptiles más grandes del mundo. Esta especie habita en las cuencas del Catatumbo de desde su formación y está en peligro de extinción.

“Viven en lugares tibios y húmedos. Ellos dependen de sus dientes afilados y quijadas poderosas para capturar a su presa. Se alimentan de una variedad de animales que incluyen desde insectos y ranas hasta peces, tortugas y pájaros”, señala Corponor.

Recomendaciones

Respeto

Respetar las playas de anidamiento de caimanes y evitar estar en ellas durante los meses de diciembre a mayo

Cuidado

Evitar que los niños estén solos en las orillas

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Peligro

No capturarlos, no nadar en el río y estar siempre acompañado

No contamine

No crear botaderos de basuras en los ríos ni las orillas


En Sardinata, es imborrable para la comunidad la muerte de Laura Danith Camacho Meza, de 6 años, quien en junio de 2009, fue atacada por un caimán que la sumergió en el río y una hora después la soltó, ante la presión de la comunidad.


El paso del tiempo

Silvestre Duarte, presidente de la junta de acción comunal, de la vereda Campo Lajas, recuerda que este puente lo construyeron hacia 1992 (hace 27 años) y la comunidad lo reparaba cada vez que presentaba un daño. Pero, la madera, el tiempo y la falta de recursos de la población llegaron a su límite. 

“Se tocaron las puertas de la Alcaldía de Sardinata y de la Gobernación de Norte de Santander, pero creemos que nunca leyeron nuestras cartas (…)”, señala Silvestre.

Este líder comunal cuenta que incluso tuvieron niños que solo cursaron primero de primaria y tuvieron que emigrar de la vereda por este problema.

Omaira Patricia Cordero, rectora de la Institución Educativa San Luis Beltrán, trabajó algunos años en la sede de Campo Lajas y cuenta que es una de las más antiguas y que ha llegado a tener hasta 24 estudiantes.

“Se dice que hace unos años hubo otro accidente con un niño atacado por un caimán. El riesgo más constante también es cuando llueve, porque el río abunda demasiado y no pueden pasar. Ellos trabajan en el campo junto a sus padres y siempre manifiestan el deseo de seguir aprendiendo”, señala Omaira.

Con el tiempo perdido -dice la rectora- no se alarga el calendario escolar, sino que aumentan las horas de clase diarias para nivelar a los estudiantes.

Vereda Campo Lajas

El puente fue construido en 1992


La tutela

Este caso fue expuesto ante Juan Gabriel Peñaranda Archila, personero de Sardinata, quien en marzo de 2017 inició una batalla por visibilizar el asunto ante las autoridades locales y departamentales, llegando hasta la tutela (un año después) que terminó en revisión por parte de la Sala Primera de la Corte Constitucional, que recientemente falló a favor de la comunidad de Campo Lajas.  

“Con las primeras pruebas solicitamos ayuda a las secretarías de Infraestructura y de Educación del departamento y ante la alcaldía de Sardinata, pero nunca pasaron a ejecutarse (acciones tendientes a mejorar la infraestructura del puente)”, indicó el personero. 

Peñaranda interpuso la tutela en representación de la comunidad y, en particular, de los estudiantes tras señalar que debían ampararse los derechos a la vida, la educación y la integridad personal. Sin embargo, esta fue negada por el Juzgado Tercero Penal Municipal para Adolescentes de Garantías de Cúcuta, al considerar que los entes gubernamentales sí prestaron la atención requerida.

Con este fallo, la Corte ordenó revocar dicha sentencia de primera instancia y conceder el amparo del derecho fundamental a la educación de los niños, niñas y adolescentes de la vereda. Para ello, ordenó tanto a la Gobernación del departamento como a la Alcaldía de Sardinata y las partes interesadas iniciar un espacio de diálogo a fin de buscar soluciones, hasta tanto se ejecuten las inversiones y obras propuestas.

Además “en un término de 3 meses, contados a partir de la notificación de esta providencia, deben presentar un informe describiendo el avance de las obras (…) y trimestralmente informes adicionales que den cuenta del avance en el cumplimiento de las citadas órdenes”, señaló la Corte, al tiempo que advirtió que no habrá una fecha límite, al no existir aún estudios.


Los avances

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Para Silvestre Duarte, como para el cuerpo docente, la única posible solución es la construcción de un nuevo puente sobre el río Nuevo Presidente. Sin embargo, resta esperar las reuniones y las propuestas que se discutan sobre la mesa, entre estas el traslado temporal (en caso de demoras) de al menos 8 niños al internado del megacolegio de La Gabarra (Tibú).

Gobernación de Norte de Santander

Myriam Ortega Quintero, secretaria de Educación de Norte de Santander, informó que la Personería municipal debe instalar el espacio de diálogo e implementar un plan de contingencia mientras se soluciona el problema de manera definitiva.

“La Gobernación ya se apersonó del caso y se desplazaron funcionarios especializados (Secretaría de Educación e Infraestructura) para concretar las acciones a adelantar y vamos a hacer un aporte (económico)”, agregó la funcionaria.

Alcaldía de Sardinata

Jesús Emel Espinel Galvis, alcalde de Sardinata, no atendió las llamadas de La Opinión.

Agradecimiento

Comunidad de Campo Lajas
Personería de Sardinata
Corponor

Créditos

Investigación             
Multimedia                    
Fotografía y video

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Hugo González
Karina Judex      
Mario Franco y Cortesía