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El Catatumbo y un espiral de violencia que no cesó

Tras la firma del acuerdo de paz con las Farc y la muerte de Víctor Ramón Navarro Serrano, Megateo, los grupos armados han desatado nuevamente la guerra en esta zona de Norte de Santander.

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cuando el Gobierno logró sellar el histórico acuerdo de paz con la guerrilla más vieja del hemisferio, las Farc, zonas duramente golpeadas por el conflicto y el abandono del Estado como el Catatumbo, celebraron con regocijo la oportunidad de poner fin a un largo ciclo de dolor, zozobra y muerte.

Apenas unos meses atrás, en octubre de 2015, la muerte de Víctor Ramón Navarro Serrano, más conocido como Megateo, el segundo al mando del reducto del Epl que quedaba en el país y uno de los hombres más buscados por el Gobierno, ya había supuesto para los habitantes de este lugar, un nuevo aire en ese ambiente de tensión al que tuvieron que acostumbrarse a vivir.

Lo que se viene para el Catatumbo es plomo

O por lo menos eso era lo que creían las autoridades, quienes al poner punto final a la historia de este exguerrillero, que terminó metido de lleno en el negocio del narcotráfico y que para muchos era conocido como el Pablo Escobar del Catatumbo, pensaban que la situación en el territorio iba a dar un giro radical, para bien de las comunidades.

Sin embargo, la realidad fue otra y, contrario a lo que se pensó, un nuevo capítulo comenzó a escribirse en este territorio conformado por 11 municipios, como resultado de la reconfiguración del poder que se produjo entre los grupos armados que quedaron en el lugar (Eln y Epl), el aumento de los cultivos ilícitos (115% entre 2015 y 2016) y los vacíos que dejó el Estado en aquellos espacios que antes fueron de las Farc.

Un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), que será revelado hoy, sobre las garantías de seguridad para excombatientes y las comunidades más afectadas por el conflicto, desde que empezó la implementación del acuerdo de paz, confirma que la violencia en el Catatumbo en lugar de cesar, se reeditó.

"Los ciclos de violencia en el Catatumbo no han cesado. El desmonte de las Farc, entre finales de 2016 y principios de 2017, parece ser el preámbulo de un nuevo espiral de violencia y confrontación armada", concluye la investigación.

En esta también se advierte lo dicho por líderes de la zona a La Opinión, en el sentido de que el proceso de desmovilización de la principal guerrilla del país, desde su preconcentración en Teorama, Tibú y San Calixto, "dio paso a la reconfiguración de dinámicas territoriales de los dos principales actores armados que quedaron: el Eln y el Epl".

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Eventos de desplazamiento se han presentado a lo largo del año.

"A esto se sumó que no todo el dispositivo de las Farc llegó al ETCR ubicado en Caño Indio (Tibú), donde, hasta marzo de 2018, permanecían solamente el 22% de las personas que ingresaron a principios de 2017, según datos de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz", señalaron los investigadores.

"Lo que se viene para el Catatumbo es plomo. Aquí los que vamos a sufrir somos los pobres campesinos", aseguró un líder veredal que es poco optimista sobre la situación de su región.

Este reacomodo de fuerzas ha implicado, a su vez, una lucha más fuerte y sangrienta por el control de la droga, los territorios, la frontera, los corredores del narcotráfico y el poder, elevando consigo los índices de violencia y posicionando a Norte de Santander como el primer departamento con más eventos de desplazamiento (36 y 12.588 personas), según la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento.

Y fue ese mismo desmovilizado el que terminó entregando al 'Patrón' del Epl. "sin que nadie lo sospechara, el reinsertado decidió ayudar al Gobierno a bajarse a Megateo, aprovechando esa ilusión que tenía por acabar con un helicóptero. Las Fuerzas Armadas con ayuda de unos gringos (estadounidenses) construyó una especie de bazuca y le dijeron al infiltrado que se la llevara a Megateo, porque esa era una trampa con la que sabían que lo matarían", contó la fuente.

Y así fue. Horas antes de que Víctor Ramón Serrano muriera, el infiltrado le mostró el nuevo 'juguetico' que supuestamente le ayudaría a cumplir su sueño. "El tipo le dijo a Megateo que ese era un lanza cohetes con el que se bajaría los helicópteros", pero la realidad era otra, adentro de ese aparato habían metido una bomba que aniquilaría al capo.

"Esa bomba era tan rara que no hizo cráter, era como una cuchilla que al accionarla acabó con todo lo que estaba cerca a cinco metros a la redonda. Como será que cuando explotó no dejó nada, todo lo desintegró, lo único que se alcanzó a ver fue la suela de una bota que tenía puesta Megateo. Solo uno de los escoltas de él se salvó y eso porque estaba acostado en una hamaca y la onda pasó por debajo", afirmó el allegado al capo.

Pero, ¿cómo lo hizo? –añadió- Todo estaba tan bien planeado, que el Gobierno le había dado dos botones para que oprimiera cuando ya hubiese puesto a andar el plan. Uno era para activar la bomba y el otro para que llegara un helicóptero a recogerlo. ¿Mentira o verdad? Hasta hoy ninguna autoridad ha querido revelar cómo se llevó a cabo esa acción donde Víctor Ramón Navarro quedó prácticamente desintegrado.

¿Hacia dónde viró el poder de las Farc?

Uno de los grandes interrogantes que surgió tras la desmovilización de las Farc, era si su poder y capacidad militar y política en el territorio desaparecería con el desarme o, en su lugar, sería capitalizada por los otros actores presentes en la zona.

Y aunque el Gobierno siempre insistió en que, en la medida que fueran saliendo las Farc hacia su concentración, el Estado se encargaría de ocupar esos espacios para evitar que otros los coparan, esto no sucedió.

La investigación de la FIP concluyó que entre 2015 y 2016, a la par que se allanaba el camino para su desintegración como guerrilla, efectivamente hubo una "transferencia de capacidades" por parte de esta organización, que terminó por beneficiar, principalmente, al Epl, a pesar de que en el pasado estos dos grupos mantuvieron una relación tensa.

Esto, en consecuencia, transformó la "paz" que hasta el momento mantenían el Eln y el Epl, y que les había permitido evitar la confrontación, gracias a la división de los territorios, contactos con compradores y hasta la administración de pistas clandestinas en la zona de Río de Oro, pactada con anterioridad.

"La salida de las Farc aceleró un proceso de transferencia de capacidades que ya se venía dando y evidenció las contradicciones entre el Eln y el Epl. (…) contrario a una estrategia de control y contención por parte de ambos grupos, esto ha tenido como resultado el deterioro de las condiciones de seguridad para poblaciones en veredas del alto Catatumbo, en especial aquellas que se concentran en el triángulo de San Calixto, Hacarí y El Tarra", asegura la investigación de la Fundación Ideas para la Paz.

Aunque el objetivo principal de las autoridades era minimizar la fuerza del reducto del Epl en el Catatumbo, acabando con uno de sus líderes más visibles, la muerte de Megateo generó un efecto rebote en esta zona que ahora debe soportar los embates económicos, el abandono del estado y la guerra interna que se creó entre los grupos al margen de la ley.

El ingenio del Epl por dominar nuevos territorios que habían estado bajo el yugo del Eln y las Farc, removió los ánimos en la zona.

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Lentitud en la implementación, un punto de quiebre

por la Fundación Ideas para la Paz también deja en evidencia que los rezagos en el proceso de implementación del acuerdo con las Farc y en especial el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos (PNIS), incrementó no solo la desconfianza entre las comunidades por lograr una verdadera tranquilidad, sino que atenuó otro tipo de conflictos en el Catatumbo.

"Desde el proceso de negociación, firma, e inicio de la implementación del acuerdo de paz, los habitantes de la región vieron una oportunidad para saldar deudas históricas del Estado. En lo que va del proceso de implementación, las comunidades han manifestado que, si bien en un principio estuvieron interesadas en apoyar espacios de participación y concertación, poco a poco se fueron desligando al percibir lo que, según ellos, fue un incumplimiento", advierte la investigación.

Y agrega que este panorama fue aprovechado por el Eln y el Epl para interferir entre las comunidades y condicionar el proceso de sustitución.

De acuerdo con la información recogida por la FIP, mientras que el Ejército de Liberación Nacional no habría planteado oposición a la sustitución, el Ejército Popular de Liberación sí, lo cual se constituye en una nueva amenaza para los catatumberos.

"Para las comunidades, 'una vez más' el Estado ha dejado sola a la población, sin Garantías de Seguridad para su tránsito a la legalidad".

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La muerte de Megateo no diezmó al Epl


del primero de octubre de 2015, en la que miembros del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea Colombiana, en un operativo conjunto, llegaron hasta el escondite de Víctor Ramón Navarro Serrano, Megateo, ubicado en el corregimiento San José del Tarra, zona rural de Hacarí, y confirmaron que el plan de matarlo había funcionado, las cosas cambiaron en el Catatumbo, pero no necesariamente conllevaron al fin del Ejército Popular de Liberación (Epl).

Para nadie es un secreto que el capital que se movía en el Catatumbo en razón del narcotráfico, con Megateo a la cabeza, impulsaba de cierta manera la economía local, pues, indirectamente, se crearon comercios para atender el auge de dinero que se presentó en el momento.

Por ejemplo, en Ocaña, en un sector conocido como La Rotina, los establecimientos que se dedicaban a reparar las motos, compradas para mover el negocio de la droga, hoy se encuentran vacíos. Algunos propietarios y trabajadores se volcaron al mototaxismo, como una alternativa para recibir ingresos.

El director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, recuerda que una vez se da la desaparición del señalado capo, el Epl trató de desconcentrar toda esa atención que se tenía sobre él y el negocio de los cultivos ilícitos, para que fueran vistos más como una organización guerrillera y desarrollar planes de expansión "político-militar".

"Después de la muerte de Megateo se notó una mayor presencia militar y política del Epl en el Catatumbo, donde antes ese accionar era limitado. El Epl creció y se expandió por toda esta región. Todas sus acciones se hicieron más notorias", aseguró Cañizares.

Alias 'Megateo', quien este año cumpliría 42 años, era oriundo de San Calixto, Norte de Santander. Como segundo al mando, en el EPL, manejó a su antojo el negocio del narcotráfico en el departamento, especialmente en el Catatumbo, con influencia clara en El Tarra, Hacarí, San Calixto y Ocaña.

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Mientras que Navarro Serrano, considerado como un objetivo de alto valor para el gobierno de Juan Manuel Santos, se mantuvo como segundo al mando de este grupo armado ilegal, su fortín siempre se concentró en Hacarí, El Tarra, San Calixto y La Playa de Belén. La Fundación Ideas para la Paz (FIP), asegura que en la actualidad este grupo está desplegado en nueve comisiones en: Hacarí, El Tarra, Sardinata, Tibú, Convención y San Calixto. Otras versiones indican que el Epl también ha llegado a dominar territorios en Puerto Santander y Cúcuta.

Un líder social del Catatumbo que prefirió la reserva de su nombre y que conoce de cerca los intríngulis del conflicto en la zona, asegura que el Epl ahora está estructurado de manera diferente. "Es algo parecido a como estaban las Farc, donde hay un mando central, hay compañías, columnas y comisiones. Además, Megateo no estaba interesado en expandirse, solo le importaba consolidar el narcotráfico. Pero, con la captura de David León (máximo jefe del Epl), la organización logró mandar sus hombres al Cauca y a Nariño, ya no solo están en Norte de Santander y Cesar", dice el líder.

De acuerdo con el informe sobre 'Garantías de seguridad' de la FIP, cuando comenzó el relevo interno en el Epl, las comisiones pasaron a ser encabezadas por integrantes con poca formación política y escasas o nulas capacidades de negociación con redes internacionales de narcotráfico. Una consecuencia de ello fue la profundización en sus divisiones y el deterioro de las relaciones con la población civil.

"Esto fue denunciado por la población como un cambio significativo, luego de la muerte de Megateo, y se hizo más evidente en zonas donde el grupo fue incursionando tras el desmonte de las Farc con un comportamiento más predatorio, basado en amenazas, medidas de control social y extorsión".

Esta misma transformación fue la que terminó por afectar las relaciones con el Eln y llevó al rompimiento de los acuerdos que ambos habían fijado en temas como el negocio de la droga. Lo anterior es lo que ha desencadenado una lucha a muerte entre los dos grupos, que desde marzo de este año mantiene al Catatumbo en medio de una mayor tensión, generado consigo un alto impacto humanitario.

"Denuncias de las comunidades indígenas Barí ya habían sido recogidas por la Alerta Temprana de la Defensoría del Pueblo No. 014 de enero de 2018, en la que advertían sobre la inminente degradación de las relaciones entre el Eln y el Epl y los efectos sobre toda la región", dice la FIP.

Evolución organizacional del Epl sin Megateo ha obligado al Eln a demostrar que tiene capacidades militares para enfrentarlos

Otro líder social que conoce bien la situación también advierte lo siguiente: "Al Eln le dolió que el Epl les avanzó rápidamente en lo político, porque lograron tener una base que estaba con el pueblo y trabajaba de la mano con las comunidades. Sabemos que semanalmente se reunían con muchos representantes de las comunidades y hasta los capacitaba en muchas cosas que los ayudaba".

Según la FIP, esta nueva disputa ha hecho que se revivan, además, prácticas violentas como el uso de las minas antipersona, especialmente en municipios como San Calixto, Hacarí, Teorama, El Tarra y Convención.

No obstante las versiones de la comunidad y de los líderes de la zona, para las autoridades en Norte de Santander la muerte de Megateo sí tuvo un impacto fuerte dentro de la organización. El general Mauricio Moreno Rodríguez, comandante de la Segunda División del Ejército, afirmó que: "Antes el Epl tenía influencia en cuatro departamentos y 27 municipios, pero hoy los tenemos reducidos a solo tres municipios".

El alto mando militar explicó que a raíz de todas las operaciones que vienen adelantando contra el Epl han logrado que internamente haya fracturas. "Dentro de esta organización sabemos que hay una disputa por dinero, droga y el apoderamiento de hidrocarburos en municipios como Hacarí, San Calixto y Puerto Santander".

El coronel George Quintero, comandante de la Policía de Norte de Santander, coincide en afirmar que la muerte de Megateo provocó un descontrol dentro del Epl, lo que llevó a que se diera una disputa interna por el poder y es por eso que los cabecillas han sido cambiados constantemente.

"Con Megateo se tenían muy bien marcados los roles, pues él era el que manejaba todo el tema militar, como miliciano y toda la doctrina que tenía. Él muere y aparecen otras personas que no tenían un enfoque como tal. En algún momento pensamos que esa organización iba a parar, porque además se forman situaciones políticas que los afecta y los divide. Por eso tuvieron que reorganizarse sin dejar el narcotráfico, apoyando estructuras como Los Boyacos y carteles mexicanos", explicó el oficial.

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El puesto de Norte de Santander, entre los departamentos donde se siembran más cultivos ilícitos

Estas fotografías del Catatumbo muestran varios momentos donde se evidencia la situación que se vive en la zona.


Las disidencias de las Farc, un nuevo factor de riesgo

entre el Eln y el Epl, también se suma ahora la preocupación por la presencia de las disidencias de las Farc, que se están empezando a reorganizar en el territorio, buscando recuperar el control cedido por la antigua guerrilla. "Ellos sí saben qué es la guerra y por eso van a querer recuperar sus territorios, los cuales ya están en manos del Eln y el Epl", aseguró un líder veredal que conoce de cerca los movimientos que se están dando en la zona.

Una clara muestra de eso es que, según campesinos del Catatumbo, dicha disidencia se ha asentado con fuerza en el territorio y está metida de lleno en la pelea por el control de la droga. Es así que, mientras que el Eln y el Epl hoy están comprando el kilo de base de coca a $2,4 millones, los exFarc lo pagan a $2,9 millones, lo que podría agudizar aún más la guerra.

"Eso quiere decir que en esta región hay muchísima plata regada y con la coca se aumentan las ganancias. La disidencia de las Farc ya inició con sus reuniones y sus llamados a los excombatientes, para recuperar sus territorios. En estos momentos quien maneja más la droga es la disidencia, pero todos los grupos le venden a los mismos: a los mexicanos y a un grupo de brasileros", manifestó una fuente cercana a uno de estos grupos armados ilegales.

Esa misma persona que conoce de fondo el manejo del negocio del narcotráfico en el Catatumbo reconoció que, "todo esto está provocando mucha tensión, pues imagínese que con los 'impuestos' que cobran Eln y Epl todo sube de precio, por lo menos una cerveza. Una aguilita, en Hacarí vale $3.500, mientras que en Ocaña cuesta $1.350; a las personas les sale mejor venirse a tomar acá los fines de semana, ahora imagínese cuando comience a cobrar la disidencia, cómo será".

Otra situación que se puso sobre la mesa con las declaraciones de los líderes sociales, es que en esta zona del departamento el dominio y la presencia del Estado sigue siendo nula. "Hay otra situación que nadie quiere hablar y es que a cada obra de infraestructura que se haga en el Catatumbo también le cobran un 'impuesto'", denunciaron.

La FIP advierte que las disidencia de las Farc podrían tener distintas trayectorias en la región,con capacidad de confrontación en varios frentes, así: contra el Epl, por su progresiva criminalización; como posible apoyo al Eln para combatir al Epl, y contra el proceso de implementación, por considerarlo un engaño".

Ante la incertidumbre que hoy se vive en la convulsionada región del Catatumbo, ya hasta los dirigentes políticos sienten temor de poder disputar un cargo de elección popular como una alcaldía o un concejo, el próximo año. "Si el conflicto entre el Eln y el Epl continúa, nadie se podrá montar a alguna alcaldía. El que se quiera meter a la brava, lo matan, y peor con la disidencia", dicen.

Hoy en día, según la Fundación Ideas para la Paz (FIP) el Epl se ha venido expandiendo en Norte de Santander, Cesar y Cauca. Sin embargo, los constantes enfrentamientos con el Eln han agravado la situación del Catatumbo, luchan por territorio y por el negocio de la droga.

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